Antes de dejar Jaipur vuelvo hacia atrás mi mirada y a lo lejos veo a los devotos de Ganesha, recorriendo la noche anterior las calles, puestos hasta las cejas de suero de leche con hojas trituradas de marihuana, en una "procesión" que a mi más que religiosa ( con todo el respeto para Ganesha y sus devotos ) me recordo a los desfiles de carrozas en las fiestas de cualquier ciudad de España, pero un poco más
animadas e indiscutiblemente mucho más imaginativas y "movidas":
No voy hablar del Palacio Real de Jaipur, en el que aun vive un autentico Maharajá: Bhawani Singh:
o del Observatorio Astronómico de Jai Singh, Patrimonio de la Humanidad, que ya conozco de mi viaje en el 2007 y al que ahora no entre por quedarme fuera hablando con un argentino de origen turco de lo difícil que se ha puesto la vida en Grecia. ¡¡¡Salam aleikum Omar!!! algun día terminaremos la conversación comenzada en Jaipur ¿que te parece por ejemplo en Estambul? por mi está hecho.
Jaipur bien vale un tercer viaje, no se cuando, pero si sé que será.
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